Multitud de bifurcaciones .Infinito el camino .Muy pocas veces nos paramos a pensar. Los pies van deprisa y pocas veces la mente ordena que paren. A nosotros llega una voz lejana que dice. "Para" y piensa , piensa en que camino quieres coger , que sendero necesitas. Deja esos miedos a lo largo del recorrido porque lo único que van a hacer es impedirte que llegues a tu destino.
Una constante toma de decisiones. Eso , que se llama vida y eso para lo que nadie nos prepara. Decisiones. A veces acertadas, quedamos contentos con en el resultado y nos alegramos de haber tomado la decisión "en ese momento" correcta.
Pero a veces, si son estas la mayoría, los impulsos, la impaciencia, el querer llegar a un sitio no mirando el camino y solo viendo el final, a veces nos precipitamos y la fastidiamos.
Cuando la fastidiamos fue porque no paramos en mitad del camino y pensamos que es lo que teníamos que hacer. Que es lo que el corazón nos decía y si podía más este o la cabeza. Pero sobre todo que sentíamos en el fondo y sobretodo que nos marcaba el instinto. Esto dejando el miedo a un lado .
A veces llevas caminando junto a alguien mucho tiempo pero como te has acostumbrado a su presencia no la valoras. Sólo lo haces cuando ya no camina a tu lado o sólo lo haces cuando un día te dice algo inesperado Es entonces cuando tu visión cambia hacía esa figura que formó parte de ti siempre y que ahora podría hacerlo de otra manera.
Tanto tiempo , tantos momentos juntos, buenos y malos pero siempre juntos. Cada uno siguiendo su sendero . En busca de su destino. Sin parar, sin mirar alrededor. Viviendo deprisa. Cayéndonos y levantándonos. Sin darnos cuenta de que la mano que siempre estuvo ahí fue la misma. A lo largo de los años nunca cambio. Siempre estuvo ahí. Pero para ti era normal.
Un día todo cambia. Estas parado en medio del camino . Bloqueado. Sin saber que hacer. Porque no era tu destino. O quizás si. Pero tu nunca lo habías imaginado. Un nudo en la garganta constante. Una sensación rara. Necesitas respirar y pensar si quieres seguir por el camino que llevabas o adentrarte en una nueva aventura.
Decisión de nuevo. Difícil. ¿Arriesgas? ¿No? El sendero que dejas atrás a sido duro . Lo has pasado mal. Te has caído. Pero también has encontrado a muy buenas personas. Has aprendido. Y sobre todo si no lo hubieras recorrido hasta aquí no te encontrarías parado pensando en si cambias de vida o no. Por lo que ha merecido la pena.
Llega el momento de apartar el miedo. El miedo que te invade el alma cada vez que lo miras. Ese que te da vergüenza manifestar. El mismo que hasta ahora no te ha dejado vivir junto a alguien. Uno que sólo te llena la cabeza de inseguridades y dudas. Uno que no te deja ver con nitidez . Cuando en el fondo si tienes tanto miedo es porque sabes que probablemente sea la persona adecuada.
¿Caso al corazón? ¿Caso a la razón? ¿Y si coinciden? Si coinciden no debería suponer ningún problema. El instinto dice que adelante pero las ralladas absurdas ponen freno al pensamiento. Un conflicto interno que hay que aclarar o al menos intentarlo antes de dejarle entrar.
De todas formas siempre formará parte de ti. Inevitablemente. Como hasta ahora lo hizo. Siempre estará ahí. Se llame como se llame.
Te voy a querer igual.
Pero si me dejas más.
S.
No hay comentarios:
Publicar un comentario