Antes conseguir algo costaba y ese esfuerzo lo hacía interesante. Ahora dicen que tenemos todo cuanto y cuando queremos. Antes no se conformaban con menos, no. Se conformaban con lo bueno. Ahora nos encandila lo superfluo y no hacemos caso de lo bueno, de la esencia.
Lo que realmente vale.
Lo que realmente vale.
Dicen que los hombres ya no van detrás de las mujeres como antes. Ya no. Porque ahora tienen todo cuanto quieren. Antes ellas se hacían valer. Costaba mucho ver y conseguir quedar con la mujer que querían. Ellos no desistían, al contrario insistían y probaban de manera cortés.
Ahora ellos no solo desisten si no que les da igual una que la otra. Porque no van detrás de un objetivo ,van en busca de un entremetimiento. Dicen que las mujeres hoy en día no se valoran. Al no valorarse los hombres tampoco lo hacen y eso ha creado un modelo de sociedad en la que los valores de antes se han perdido.
Ellas tienen un ritmo de vida acelerado. Ellos también. No tienen tiempo a nada. ¿No tienen tiempo o no quieren tenerlo? ¿Tienen miedo a pasarlo mal? Si se supone que el amor es lo que mueve el mundo , no deberían de tener miedo.
Lo que pasa es que hoy reina la impaciencia. No damos tiempo a que una relación se forje. A que vaya poco a poco como tiene que ser para que salga bien. No damos tiempo porque en paralelo hay mucha distracción.
Dicen los de antes que esto no pasaba. La juventud de ahora es muy egoísta . Dicen que no estamos centrados y que no aguantamos nada.
Dicen los que llevan casados muchos años que hay que aguantar. Que si no un matrimonio no durará. Nosotros nos ponemos las manos en la cabeza. Pensamos que va a ser todo del color de rosa. Pensamos que el amor dura eternamente. Pensamos que esa chispa nunca se apagará.
Pero los de antes. Los que saben. Los que tienen experiencia. Nos dicen que el amor se transforma y que es bonito y ley de vida que suceda asi. Que hay que saber vivir todas las etapas y que no hay que querer siempre principios. Porque las relaciones de pareja, de amistad o de fraternidad avanzan y hay que saber manejarlas y saborearlas.
La impaciencia es un arma de doble filo. El egoísmo nos lleva a la soledad interna. El ego no nos deja recapacitar. El orgullo nos nubla la mente.
El amor es lo que mueve el mundo. En eso estamos de acuerdo los de antes y los de ahora.
Dicen los de antes que esto no pasaba. La juventud de ahora es muy egoísta . Dicen que no estamos centrados y que no aguantamos nada.
Dicen los que llevan casados muchos años que hay que aguantar. Que si no un matrimonio no durará. Nosotros nos ponemos las manos en la cabeza. Pensamos que va a ser todo del color de rosa. Pensamos que el amor dura eternamente. Pensamos que esa chispa nunca se apagará.
La impaciencia es un arma de doble filo. El egoísmo nos lleva a la soledad interna. El ego no nos deja recapacitar. El orgullo nos nubla la mente.
El amor es lo que mueve el mundo. En eso estamos de acuerdo los de antes y los de ahora.
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