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martes, 4 de noviembre de 2014

Finde inesperado!

Todo va bien hasta que de repente deja de ir...Un día alguien te trae café al trabajo y te alegra el día y la semana. Al día siguiente tu móvil muere y al día siguiente te haces un esguince...

Otra persona estaría pensando en la mala suerte que de repente a inundado tu vida.
Pero yo me quedo con las cosas buenas, siempre.

En estos dos días desconectada del mundo me he dado cuenta de lo fuerte que es el efecto Whatssap en nosotros. Ahora me acuerdo de mi tio que se resiste a tenerlo. Ahora aprecio sus palabras que me parecian locuras hace poco tiempo.




La gente me decía que con lo adicta que yo era al móvil debía de estar muy nerviosa. Pues la verdad es que a esa gente les decía que lo primero no me siento adicta al móvil y lo segundo es que si estoy conectada a las redes sociales 24h es por mi trabajo. Whatssap es una herramienta muy útil para la comunicación diaria. Pero no negaré que estos días han sido como unas vacaciones espirituales para mi. Últimamente quito los datos para dormir o en la hora de la comida. Cada vez me gusta menos estar conectada 24h, cada vez echo más de menos la forma de antes, cuando no teníamos de eso.

Seguramente  encienda el móvil y explote. Pero tareas como renovar agenda. Contestar a mi gente o ver quién me ha echado de menos por lo que me habrá escrito o llamado me apetecen muchísimo.




Ahora veo como la tecnología puede llegar a ser un arma de doble filo. Por un lado estar conectados todo el día , recibir los buenos días de tus amigas, saber de tu familia a la que tienes lejos todos los días, cuadrar planes para vacaciones, organizar eventos, hablar con compañeros de trabajo y solucionar dudas al instante etc Es súper útil y muy cómodo.

Pero por otro lado esta el típico tiempo en que estas aburrido y escribes a esa persona esperando una reacción en ella que no consigues o que no pinta nada en ese momento. Conversaciones por Whatssap que no deberían de sucederse a través de ese medio. Conversaciones expiradas. Quedadas sustituidas por un un chat. Conocer a alguien y saber demasiado antes de la primera cita. Salir de fiesta con el móvil y escribir a quién no debes a altas horas de la mañana. Responder con un "estoy bien" cuando en realidad no lo estas, pero es lo bueno que tiene este medio... o lo malo... nadie te está viendo la cara, tus gestos , la expresión corporal.




Mirar las horas de conexión y rayarte tu sola sin necesidad ni motivo ninguno. Despedidas por whatssap. Fotos y más fotos. Ningún secreto. Estamos conectados. Las llamadas se han convertido en todo un lujo. Charlar un rato por teléfono es un placer que hoy en día reconforta a mucha gente pero que sustituimos asiduamente con mensajes. 

A mi me encanta hablar por teléfono. Cuando camino por Madrid siempre habló con alguien y me pongo al día de todo. Conversaciones vanales o importantes,me da igual . Hablar por teléfono mola. Si quieres dar un mensaje inmediato lo mejor es llamar siempre. El whatssap da lugar a confusión. Y sobre todo después de estar ocho horas frente a un ordenador lo que menos te apetece es seguir mirando a una mini pantalla de camino a casa.



Todos los días hablo con amigas que tienen problemas de entendimiento por culpa del dichoso chat. Si escribo a las 2 y no me contesta en 2 horas es que no le intereso. Si yo soy la última no debo volver a escribir.Le toca a él. Se conectó y no me escribió. Volvió y lo hizo con un emoticono. UN EMOTICONO. ¡quién los inventaría! nos encanta usarlos si pero a veces nos vuelven locas. Aquién no le ha preguntado una amiga, ¿Que interpretas tu con esta carita? ¿No os parece una locura? ¿Que voy a descartar un chico que conocí y me pareció majo por un emoticono? Os digo que está pasando... y me parece una locura.





Donde quedaron las citas. Las citas para pasear , tomar un café en el retiro y charlar. Ir al cine un Miércoles. Comer  en una terraza con pleno Invierno. Ver una peli debajo de una manta. Una cena en casa. Cualquier cosa. Pero una cita. Una cita en la que charlar y conocer a la persona que tienes delante. Ahora quedas con  gente  con la que hablas habitualmente por Wsap y ya sabes la mitad de su vida. Ya le has agregado a Facebook y por lo tanto ya lo tienes controlado. Que rollo. Con lo que mola ir descubriendolo poco a poco. Pero bueno es lo que tiene vivir en este siglo.

Me dispongo a encender el móvil. No se que me voy a encontrar. Si no tengo tu número y tu si el mio , escribeme y te recupero. Si te tuve en mi agenda te querré recuperar.

¿Intentaré desengancharme del chat? ¿Fomentaré las quedadas, las relaciones personales a partir de ahora? ¿Habrá sido una lección de la que sacaré provecho?

El tiempo lo dirá ...como todo.

Feliz día!






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